Las gotas de rocío de Toshiro Yamaguchi: un paseo hacia lo indeterminado
De donde nace lo indeterminado, Toshiro Yamaguchi
Galería Lucía Mendoza (C/ Bárbara de Braganza, 10)
27/11/2021 - 12/02/2021
Por Carla Pinel Martínez
De donde nace lo indeterminado es la nueva exposición de Toshiro Yamaguchi en la galería madrileña Lucía Mendoza, con la que ha trabajado desde su apertura en 2014 y donde ahora presenta sus últimos trabajos de experimentación formal que podrán visitarse hasta el 12 de febrero (un apunte: permanecerá cerrada del 23 de diciembre al 4 de enero por vacaciones de Navidad).
Con un impecable trabajo curatorial por parte de la galería, las obras siempre sutiles -pero no por ello menos evocadoras- de Yamaguchi, componen una reflexión alrededor de las gotas de lluvia y de su percepción de la naturaleza que le rodeaba en sus paseos diarios por un parque cercano a su taller. Como es habitual en su trabajo, gracias al uso riguroso de pigmentos naturales cuyo brillo original parece intacto en el resultado final, los lienzos están dotados de colores vibrantes que enriquecen el sentido fundamentalmente orgánico de su obra. Se trata de una experiencia sublime de lo material: formas y texturas regidas por un claro patrón dan lugar a una especie de terreno acuoso que invade el espacio sin desbordarlo, pero que se expande encarnándose en escultura (por ejemplo, Trayectoria de rocío) e instalación (Rocío Infinito). Y es que, como ha demostrado a lo largo de su asentada carrera profesional, la obra de Yamaguchi se encuentra siempre a caballo entre la pintura y la escultura.
Trayectoria de rocío, 2021 210 x 30 x 10 cm |
Rocío de primavera, 2021 20 x 30 cm |
No sería justo quedarse en una
lectura fácil que relacione su trabajo artístico con filosofías orientales como
el budismo zen, que goza de enorme presencia en Japón y por el cual se ha visto
indudablemente influenciado. Ahí va un dato quizás menos conocido: dos de sus
grandes referencias artísticas son Lucio Muñoz, con el que trabajó personalmente
como alumno en uno de los Talleres de Arte Actual organizados por el Círculo de
Bellas Artes de Madrid -allá por el año 1993- y el propio Picasso, según afirmó
él mismo en una ocasión. Explicaba también que su viaje a España estuvo
motivado principalmente por un interés en profundizar en el conocimiento de los
materiales pictóricos, algo que seguro alcanzó con esa estancia junto a su
maestro, considerado uno de los máximos exponentes del informalismo español.
Aprender desde la experiencia, idea
ahora tan reivindicada, parece ser la esencia de su proceso creativo. Para el pintor,
la vida es un aprendizaje infinito (aunque se encuentre en edad de jubilarse, estoy segura de que continuará su actividad artística hasta que no le queden más
fuerzas), y lo será también su pintura. Dotado de una sensibilidad y
agudeza inmensas, Yamaguchi se relaciona con el mundo siendo plenamente consciente
de que, recuperando sus palabras, “cuando no haya más cambios, el tiempo dejará
de existir, y no tengo duda de que el mundo también desaparecerá”. Sería una
lástima que eso ocurriera sin que te hayas podido acercar antes a su obra.
Crítica demasiado relamida. Como la obra del propio artista. En ningún modo se puede decir de ella que sea sublime, salvo traicionando deliberadamente el sentido de dicha palabra. Además, afirmar que su "voluntad representativa [está] desprovista de mimesis", cuando sus títulos explícitamente evocan las lluvias de primavera y cosas semejantes tampoco parece correcto. Por lo demás, apelar a la esencia del ser y todas esas cosas para hablar del sentido de una pintura al gotelé, me parece un poco excesivo. Empatizas con la obra y con el artista, y eso no me parece mal, pero la crítica requiere un poco de distancia y a veces también un poco de ironía.
ResponderEliminar