Además de ser conocido por ser el tercer miembro del colectivo de artistas de La Habana Los Carpinteros (miembro desde el 1991 al 2003), Arrechea ganó visibilidad internacional por su brillantes instalaciones monumentales y esculturas site-specific en espacios públicos. Aquí el artista creaba fascinantes interacciones del espectador con su contexto circundante, con el entorno socioeconómico político y cultural en el que la obra se desarrollaba.
Alexandre Arrechea nació en el 1970 en la ciudad de Trinidad, en Cuba. Su poderosa arquitectura ha influido en su obra desde entonces. Las reflexiones sobre los significados políticos y sociales de la arquitectura y los objetos derivados del mundo arquitectónico constituyen el núcleo de su práctica, mientras que el fracaso del sueño socialista cubano y su dura vigilancia recorren sus bordes.
La exploración del espacio, a través de elementos arquitectónicos y de diseño, es un aspecto recurrente en la larga carrera de Arrechea que, desde que dejó Los Carpinteros, se ha interesado más en explorar la relación entre los espacios públicos y los privados, las relaciones de poder del espacio urbano y la manera en que la vigilancia se transforma más bien en una intrusión dentro de nuestra vida privada.
La obra de Arrechea es capaz de sorprendernos, de desorientarnos, subvirtiendo nuestra idea de estructuras definidas. Por el contrario, las transforma en infinitas, altera sus sentidos y sus funciones, a favor de una arquitectura, de un urbanismo y de una ciudad con carácter vital y mutante. Sin embargo, según el artista, un edificio puede cambiar al igual que la identidad de una persona. Así como esta no puede considerarse completa y definida, ya que en cuanto individuos tenemos que adaptarnos a nuevas realidades, en la misma manera un edificio está expuesto a cambios constantes que alteran su finalidad y su valor social. Todo crece, cambia y evoluciona.
Vista de Monumental con obras Infinite y Stadium III, exposición individual Alexandre Arrechea, 2021, Galería Casado Santapau. © Galería Casado Santapau |
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Alexandre Arrechea, Stadium I, 2021, acuarela y tinta sobre papel, 160 x 528 cm © Galería Casado Santapau |
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Todo continúa, se crea, se destruye y se recrea constantemente, en infinitas posibilidades. En sus universos imaginarios creados en las acuarelas Stadium I o Infinite, Arrechea trata de superar las estructuras arquitectónicas a través de la ligereza visual y la maleabilidad, y crea «nuevos modelos en constante negociación con su entorno».
El objeto del estadio, también representado en las esculturas Stadium II y Stadium III, es elegido por el artista como alegoría visual, como arquetipo arquitectónico del espacio social contemporáneo, y símbolo de la dimensión colectiva de la sociedad. Desestabilizando el concepto tradicional de estadio, el deporte se utiliza como metáfora de instrumentalización mediática y de mecanismo de filtración del poder en lo social y lo cultural.
Desde una perspectiva de reflexión intimista, el artista se enfoca en aquello que está oculto, aquello que no ha sido dicho todavía acerca de las complejas tramas de los barrios, de las ciudades, del mundo real. Las formas «enrolladas» y las sinuosidades surrealistas que cobran los edificios de Lincoln Building y Sherry Netherland Hotel - que hacen referencia a su proyecto No Limits del 2013 - parecen dibujar la mutabilidad vertiginosa que el dinero y el poder han alcanzado en el paisaje de la cultura actual. Estos edificios icónicos de Nueva York, manteniendo sus fachadas y rasgos reconocibles, al mismo tiempo adoptan nuevas formas, una elasticidad ajena a sus estructuras. Se reconfiguran los conceptos de verticalidad, se convierten en metáforas que ponen la atención en el perpetuo movimiento de la Dancing city, de la ciudad que se devora constantemente a sí misma, como se puede observar en la forma del Sherry Netherland Hotel, un círculo que parece una serpiente que se muerde la cola.
Las alteraciones de sentidos y las composiciones de nuevos espacios imaginarios que encontramos en la exposición Monumental nos ofrecen un vistazo del universo Arrechea, y además representan un emblema de la clara y fiel línea de trabajo de la Galería Casado Santapau que, como desde el principio, sigue enfocada en sus pilares fundamentales de minimalismo, geometría, arquitectura y arte conceptual.
Muy bien, Rosita. Correcta y concreta.
ResponderEliminarMuchas gracias Profesor! Y Feliz Navidad a usted y su familia :)
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