La búsqueda de la belleza perdida de Guillermo Pérez Villalta
Pinturas 2018 - 2020
Guillermo Pérez Villalta
Galería Fernández-Braso (C/ de Villanueva, 30, 28001 Madrid)
Noviembre 2021 – Enero 2022
'Los placeres del arte' (2018). Imagen de la Galería Fernández-Braso |
Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, 1948) inaugura su tercera exposición individual en la Galería Fernández-Braso de Madrid con sus obras pictóricas más recientes realizadas entre 2018 y 2020. El artista lleva trabajando desde los últimos años en torno al concepto de clasicidad, siendo esta exposición la segunda y última dedicada a ello.
Las obras expuestas en esta cita, similares en temática, ideas y estética, podrían ser leídas como anacrónicas o, incluso, como el resultado de una visión nostálgica del arte. En este sentido, la figura de Pérez Villalta no está exenta de polémica. Se le puede atribuir, y no sería la primera vez, unas posiciones conservadoras o incluso apolíticas en su búsqueda incansable del arte y la belleza en las formas más clásicas y tradicionales. Sin embargo, Pérez Villalta no está interesado en esas críticas ni en esas etiquetas, y suerte que no es así.
Es evidente que Pérez Villalta no es un artista nostálgico, pero es innegable que se trata de un artista anacrónico en el mejor de los sentidos. Su obra va en contra de una supuesta línea cronológica que asume una evolución lineal en la historia del arte. Así, el gaditano se convierte en el mayor de los pintores herejes de nuestro tiempo puesto que su anacronismo no es exclusivamente formal, es más, resulta profundo, reflexivo, lleno de conocimiento y de análisis. Sus obras siguen una cronología no convencional, que lejos de estar lejanas en el tiempo, viven en nuestro presente. Y es esta condición de hereje y de pintor inusual lo que le convierte en un artista realmente libre, incansable en su búsqueda de la belleza y el placer en el arte.
'Magnificat' (2020). Imagen de la Galería Fernández-Braso |
El artista recupera la técnica de pintura al temple, característica en la Edad Media europea. No en vano, sus cuadros nos recuerdan a estilos pictóricos como el románico, gótico y bizantino. Con perspectivas imposibles y jugando con los puntos de fuga y la geometría, los cuadros de Pérez Villalta examinarán las relaciones entre el espacio, la luz y el vacío, construyendo así una serie de espacios imposibles, ambientes oníricos, ciudades y campos imaginarios, cuerpos aislados y acompañados, todo bajo una temática espiritual que abordará temas como lo sagrado, los mitos, las religiones o las creencias.
'La casa del Espíritu Santo' (2020). Imagen de la Galería Fernández-Braso |
La pintura de Pérez Villalta es esencial, busca la esencia del arte y no está interesado en la representación naturalista, puesto que la belleza la encuentra en la geometría, en las matemáticas y en el orden compositivo, pero también en lo decorativo y lo ecléctico. Así, esta rara avis del arte contemporáneo se sitúa contra la línea cronológica de una supuesta evolución representativa y técnica de la historia del arte. Encontraremos cuadros de agrupaciones similares a los frisos clásicos, la belleza a través de la arquitectura, especulación espacial e, incluso, bodegones de gran potencia alegórica.
Esta muestra se convierte en un poliedro de diferentes facetas, pero que en conjunto refuerza la idea de Pérez Villalta como pintor disidente, que pinta por y para conseguir su ideal de Placer-Belleza, donde infinitas perspectivas de una pintura anacrónica y discordante se unen para reivindicar una concepción estética clásica y necesaria.
María Sanchis
Excelente.
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