Una propuesta a medio camino de la nada

Título exposición: Propuestas Vegap 2020
Localización: Plaza Cibeles, 1A, Madrid. 4º Planta
Fechas: 28.10.2021-09.01.2022
Comisaria: Carolina Parra 


La organización Vegap (Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos) nos trae una exposición colectiva dedicada a los premiados en su concurso anual de creación visual que cumple ya 24 años. Un concurso que pretende premiar la excelencia en diferentes campos artísticos como la Fotografía, las Artes Plásticas, Ilustración, Nuevas formas de Expresión Artística y el Diseño. Centro Centro nos invita a conocer a todos estos ganadores en una muestra titulada «Propuestas Vegap 2020» que recorre no solo la creación sino también la investigación de más de 20 artistas.

            Las características de la exposición tienen que ver mucho con la configuración misma del concurso y menos con un intento discursivo de su comisaria, Carolina Parra Peinado. El motivo principal de esto se encuentra en las particularidades del certamen y la valoración individual de cada proyecto por parte del jurado. Esto convierte la exposición en un cúmulo de artistas con ideas muy interesantes y de gran recorrido pero sin un hilo conductor que las pueda unificar. Debido a esto, la disposición de las obras en el espacio de la Planta 4 se convierte en desconcertante y un salto constante entre diferentes ganadores. Esto hace que la aproximación más coherente a las múltiples obras de la exposición deba realizarla el propio visitante siguiendo la estructura interna del propio concurso Vegap entendiendo la exposición no como un proyecto discursivo sino como una muestra de los ganadores.



Roberto Masso. Cadencia y formato. 2020

Es complicado discernir las motivaciones del jurado en cada fallo, pero si que podemos observar elementos relevantes en muchas de las obras. Un claro ejemplo de ello es «Ruido» de Antonio Hitos el cual nos propone un viaje hacia los elementos intrínseco del lenguaje cómic y hacia tradiciones dentro del medio no tan exploradas en el cómic moderno como es la Cartoon. De igual modo, Roberto Masso realiza un ejercicio similar en su obra «Cadencia y Formato», un intento de desarrollar un lenguaje exclusivo para el comic basado en la experimentación y la abstracción. La obra se convierte en una negación de cualquier posibilidad de narración tradicional y en un intento de generar nuevas formas de contar historias.

En «Las horas contadas. El tiempo y la desigualdad» de José María Ribagorda y Concha García, podemos observar un proyecto de investigación centrado en las posibles lecturas que se le pueden realizar a un libro. Dicha reflexión parte de un profundo conocimiento de los libros de horas bajomedievales y su triple funcionamiento: un libro como texto, un libro como soporte y un libro como metáfora.  Cabe destacar especialmente la obra de María Lamuy con «Madrid me mata», un proyecto con gran calado social que muestra el espacio urbano de Madrid como escenario de delitos de odio. Junto a la obra, también articula una plataforma web que sirve como altavoz a muchas de las víctimas de estos actos.


Gala Knörr. Pastoral. 2020

Se puede observar a lo largo de toda la exposición como muchos de los artistas premiados tienen dentro de sus obras discursos centrados en los hechos sociales y en sus vivencias personales. Uno de los ejemplos más claros es «Pastoral» de Gala Knörr, cuya investigación artística se vio influida por los múltiples estallidos sociales en EEUU tras la muerte de Floyd Jr. y el surgimiento del movimiento #BlackLivesMatters. En su pintura refleja una realidad opacada en los discursos y representaciones de la construcción de los Estados Unidos, como son las experiencias vitales de las personas negras en los medios rurales y su labor en la ganadería como «cowboys». También destaca «Monumento al odio» de Eugenio Merino, una serie de 8 placas conmemorativas en bronce con las coordenadas de monumentos franquistas aun en pie. Una obra que pretende denunciar la todavía existencia de estas esculturas y monumentos en el territorio español y el incumplimiento de la ley de memoria histórica del 2007. Pero sin lugar a duda, la obra que destaca sobre el resto es «Intra Venus» de Marina Vargas, escultura en mármol de estilo realista que muestra sin tapujos y sin filtros impostados la realidad de un cuerpo tras ser diagnosticado con cáncer de mama y haber pasado por múltiples sesiones de quimioterapia y una mastectomía radical del pecho izquierdo. La elección de la materia prima para su elaboración, deudora de una tradición escultórica que idealiza el cuerpo humano pero que la autora subvierte, y el carácter biográfico de la obra la convierten en una pieza clave en el recorrido.

En definitiva, la exposición dedicada a «Vegap 2020» contiene algunas obras interesantes y destacables pero que pierden su capacidad de transmisión discursiva al no existir una línea coherente dentro de la exposición, algo que el visitante debe tener en cuenta al tratarse no de un proyecto expositivo como tal sino como una muestra de los ganadores del concurso. Un cúmulo de artistas de talento, pero sin una temática unificadora mas allá de ser los seleccionados por el jurado en sus campos artísticos. 

Juan Manuel Martín Senso

Comentarios

  1. Muy bien la crítica. Muy correcta. Sigues teniendo pequeños problemas con la ortografía y con la puntuación. Por lo demás, muy bien.

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