Katalina, Antonio, Alonso: una revisión especulativa queer de la colonización
Katalina, Antonio, Alonso
Mercedes Azpilicueta
Comisariada por Gasworks, Londres
Galería Nogueras Blanchard
Calle del Dr. Fourquet, 4, 28012 Madrid
09 septiembre – 13 noviembre, 2021
© Nogueras Blanchard, 2021
Katalina, Antonio, Alonso: una revisión especulativa queer de la colonización
Paula García Robleño
Tapices, disfraces y esculturas
ambiguas nos reciben en Katalina, Antonio, Alonso: la segunda exposición
individual de la artista argentina, afincada en Ámsterdam, Mercedes
Azpilicueta. En su búsqueda de personajes históricos esquivos y ocultos del
pasado colonial de Sudamérica, nos ofrece una visión especulativa de la figura
de Catalina de Erauso. También conocida como la Monja Alférez, fue uno de los
personajes más controvertidos y complejos del Siglo de Oro español. Tras
escapar de su vida conventual en San Sebastián, viajó al Nuevo Mundo y
conquistó las Américas adoptando más de cinco nombres e identidades diferentes,
predominantemente masculinas. Allí se convirtió en uno de los conquistadores
más sanguinarios y acabó por obtener, finalmente, la bendición del Papa para
continuar su vida como hombre. Sus aventuras se recogen en unas memorias llenas
de anacronismos que son materia de leyenda, donde la ficción y la realidad
terminan por entrelazarse, y de las cuales nace esta propuesta.
La exposición en Nogueras
Blanchard es una adaptación reducida de Bondage of Passion, la
exposición que tuvo lugar originalmente en la galería londinense Gasworks, para
la cual se produjeron las presentes obras. La muestra contaba, además, con
varios proyectos paralelos, ausentes en esta propuesta, entre los que se
encontraba un proyecto sonoro site-specific de la compositora Ella
Finer, en el cual reimaginaba los tapices de Azpilicueta como portales que
permiten escuchar aquello que viaja a través del tiempo.
El espacio se articula
teatralmente, adoptando la forma de una dramaturgia que incluye escenografía,
atrezzo, vestuarios y complementos para una representación que aún no se ha
llevado a cabo, y que invita al espectador a ocupar el lugar central del
escenario e imaginar cómo discurriría. De este modo, la artista, que se
denomina a sí misma como una “investigadora deshonesta”, nos propone un
ejercicio de imaginación histórica que pretende recalcar – algo presente de
forma reiterada en su trabajo – la dimensión construida de los relatos del
pasado, poniendo el foco en aquellas figuras disidentes que fueron silenciadas por
la historia colonial hegemónica. Su particular método de trabajo supone un
guiño idealizado al Barroco, momento histórico en el que, según la artista,
había espacio para la multitud de perspectivas y puntos de vista, donde la
verdad no era única ni universal.
Abya Yala – en lengua
guna, ‘tierra en flor’ o ‘tierra madura’ – es la obra central de la exposición.
El tapiz, que adopta por título el nombre alternativo, fuera de herencias
europeas, propuesto para las Américas por los pueblos indígenas, muestra una
combinación fragmentada de imágenes de archivo procedentes de pinturas,
grabados y mapas coloniales relacionados con la vida y el contexto histórico de
Catalina de Erauso. La obra textil de grandes dimensiones, tejida en un telar
Jacquard, es expuesta sobre un mueble construido a medida e inspirado en la
adaptación de los biombos japoneses del México colonial. Estos artículos de
lujo delimitan un espacio de semiprivacidad dentro de los hogares, donde los
cuerpos pueden descubrirse y transformarse sin ser vistos, donde el juego entre
lo público y lo privado, el esconderse y ser visto se hacen evidentes,
haciéndose eco de la propia historia de Erauso. Su presencia en la galería
propone la creación de espacios fluidos, instando a la deambulación, la desaparición
y el escondite, que funcionarían aún mejor como objetos – y no solamente como
imágenes que admirar – en un espacio más amplio.
La fragmentación es un elemento
acertadamente presente en toda la exposición, tanto en el tapiz como en las
esculturas textiles repartidas por la sala. La serie On the Dignity of
Codpieces (Sobre la dignidad de la coquilla) reproduce en tono
irónico elementos de la moda colonial de la Nueva España, centrándose en la
figura de la bragueta de armar, una pieza utilizada para cubrir y
enfatizar los genitales masculinos como signo visible de virilidad y estatus
social durante aquella época. Esculpiendo armaduras suaves y maleables en cota
de malla con hilos metálicos, la artista reflexiona sobre la construcción del
género y la masculinidad presentando piezas anacrónicas sexualmente ambiguas,
que evocan formas tanto vaginales como fálicas, en un estilo que combina la
moda barroca con los lenguajes queer y la estética bondage.
Los vinilos holográficos
brillantes, salpicados por las paredes, completan la propuesta. Su título, Relaciones
peligrosas, hace alusión a los informes oficiales – llamados relaciones
– publicados por los conquistadores, que acabaron conformando el relato
hegemónico de la historia. Azpilicueta comenta así, a modo de anotaciones
fantasmagóricas, la naturaleza elusiva del conocimiento histórico.
Katalina, Antonio, Alonso consigue
rescatar, de forma irónica y juguetona, la interesantísima figura de Catalina
de Erauso. Azpilicueta presenta, así, una renovada lectura desde el presente, atravesada
por la crítica decolonial y queer. Repleta de piezas a la espera de ser
activadas, articula de manera fragmentada y teatral posibles narrativas y
lecturas de un pasado puesto en cuestión, a la espera de seguir siendo cuestionado,
reconstruido y completado.
Excelente.
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